martes, 16 de junio de 2020

La Presencia de Cristo, su Cuerpo y su Sangre.

Cuando nos planteamos los cristianos y los no cristianos esta sublime pregunta, siempre, o casi siempre nos asalta la duda de cómo está Jesucristo Nuestro Señor en este Sacramento, en la Santa Eucaristía, bien, por ello tenemos por obligación y convicción, que irnos directamente a los sabios santos y teólogos de Nuestra Madre, la Santa Iglesia Católica y Apostólica, para ir desengranando toda la verdad que ella atesora, y por ello Nuestra Real, Antigua y Fervorosa Hermandad Mariana y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la HUMILDAD, Nuestra Señora de los DOLORES, Dulce Nombre de María y Santiago Apóstol, y en su nombre su Junta Joven, toma pluma y tintero de antaño y hoy se pone al servicio de todos nosotros en las páginas de un ordenador.
La presencia del verdadero Cuerpo y de la verdadera Sangre de Cristo en este sacramento, no se conoce por los sentidos, sino por la fe.
Así de rotundo, así se claro y conciso. No se puede saborear, catar, notar o sentir el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo Nuestro Señor, si no se tiene fe, es totalmente imprescindible a fe, quizás me atreva a deciros que solamente el don del Espíritu Santo, quizás la gracia de Dios Padre, o el mismísimo Jesucristo, pueden hacernos sentir esta presencia; basta recordaros la conversión de San Pablo, que aunque no fuese Eucaristía, si fue total conversión, o este impresionante drama y rescate de un sacerdote que dudaba:
—Sonaron los tres toques de la campana seguidos de su repique. Los asistentes bajaron la cabeza como prevé la liturgia, el celebrante adoró la hostia con una genuflexión y se preparó para ponerla en la patena y tomar el cáliz cuando se dio cuenta de repente que ésta sangraba, sangraba de verdad. Era sangre lo que corría sobre el paño de altar; había sangre en sus dedos, los sentía húmedos, se le salieron las lágrimas, la voz lo embargaba, sin embargo logró de alguna forma llegar hasta el final de la misa sostenido por esa Presencia más segura que todos los objetos que lo rodeaban. 
—Cristo resucitado dijo a Santo Tomás: —Ahora crees porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!— (Jn 20,29).No estuve a la altura de esa felicidad, de esa bendición.Tuve que ver para creer.
El Catecismo de la Santa Iglesia Católica nos recuerda que la presencia del verdadero Cuerpo de Cristo y de la verdadera Sangre de Cristo en este Sacramento no se conoce por los sentidos, sino sólo por la fe que se apoya en la autoridad de Dios. 
La presencia de Cristo en la Eucaristía no se puede demostrar por la razón. Es una verdad estrictamente sobrenatural. Por ello es conveniente recordar que hay tres tipos de conocimiento en nosotros: el de los sentidos o experimental, el de la inteligencia o racional y el de la fe. Los dos primeros son naturales para el hombre, el tercero, es sobrenatural. Las verdades de fe sólo se pueden conocer por la fe que es un conocimiento de nuestra razón ayudada por la gracia.
La presencia de Cristo en la Eucaristía no se conoce ni por los sentidos ni por la razón.
En los himnos “Adoro te devote” y “Pange lingua”, Santo Tomás expresa esta verdad de manera muy clara y pedagógica. (*XLVII Congreso Eucarístico Internacional. D. Ignacio Mª Azcoaga Bengoechea)
*) ADORO TE DEVOTE
Se engañan en Ti la vista, el tacto, el gusto,
mas tu palabra engendra fe rendida;
cuando el Hijo de Dios ha dicho creo:
pues no hay verdad cual la verdad divina.
*) XLVII Congreso Eucarístico Internacional
*) PANGE LINGUA
Adorad postrados
este sacramento.
Cese el viejo rito
se establezca el nuevo.
Dudan los sentidos
y el entendimiento:
que la fe los supla
con asentimiento.

(D. Ignacio Mª Azcoaga Bengoechea)
    
Por ello, la Junta Joven de nuestra Hermandad de la HUMILDAD, quiere hacer llegar el mensaje de Jesucristo Eucaristía, somos humildes que lo llevamos en nuestros genes, queremos y quiere colaborar, hacer un año más el altar de la HUMILDAD el día del Corpus Christi, donde tantos y tantos años ofrecimos al Señor el altar de nuestra “humilde” oración, con imágenes y flores, candelería e incienso, colgaduras y paños de pureza, con cera e incensario, con pan y vino que son en realidad el sentir de nuestra fe.
Con toda mi fe y esperanza en Dios Nuestro Señor, la Junta Joven en el CORPUS-2020.

Antonio Reyes Peña.