Comenzaba nuestra convivencia en la Plaza de Alconchel, que servía por primera vez como punto de encuentro inicial para los más de setenta jóvenes de los ocho Grupos Jóvenes que nos visitaban. Allí se formaron los diferentes grupos, y se les hizo entrega de la acreditación con su nombre y de una original mochila con avituallamiento. Al igual que este punto de partida, la convivencia presentaba este año bastantes novedades con respecto a ediciones anteriores. Llamaba poderosamente la atención, que la mayoría de los jóvenes presentes no habían asistido nunca a la convivencia, aunque si lo habían echo la mayoría de los Grupos Jóvenes a los que pertenecen, signo inequívoco del paso de las generaciones.
Seguidamente nos trasladamos a nuestra Casa Hermandad, desde donde partiría una pequeña procesión con los banderines de juventud de los Grupos Jóvenes participantes, desfilando por la calle San Bartolomé en busca de la puerta Santa, que todos cruzaron para ganar la Indulgencia Plenaria por el Año Santo Jubilar concedido por la Santa Sede, con motivo del 775 Aniversario del patronazgo de San Bartolomé en nuestro pueblo.
Una vez recibidos protocolariamente por miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad Sacramental, los asistentes tomaron asiento para celebrar juntos la Santa Misa Jubilar, donde participaron leyendo las lecturas y peticiones. Al término de la misma, nos explicaron con detalle la historia y peculiaridades de las distintas Hermandades que actualmente se alojan en la Parroquia, y pudimos visitar la sala donde la Hermandad Sacramental expone sus enseres más preciados.
El fresquito se hacia presente al anochecer mientras caminábamos hasta el cercano Castillo de Luna, en el que pudimos visitar con profundidad la fortaleza adquirida por Jorge Bonsor a principios del siglo XX, y que no dejó de sorprender una vez más a todos los que allí nos congregábamos.
Nuestra Casa Hermandad sería el sitio donde se realizarían las últimas actividades del encuentro. En primer lugar, los asistentes realizaron una visita guiada por todas sus dependencias que lucían impolutas, para a continuación disfrutar de una cena en el salón principal de la misma.
Un rato más tarde tenía lugar el concurso y gymkana de cultura cofrade, que volvió a hacer las delicias de todos, para finalmente realizar la entrega de recuerdos y dar por finalizado esta décimo novena edición de la Convivencia de Santiago.
Desde nuestra Juventud Humildad, queremos agradecer en primer lugar a todos los Grupos Jóvenes asistentes, a la Hermandad Sacramental por recibirnos y mostrarnos su casa, a nuestro Párroco D. Ramón y a nuestro Vicario Parroquial D. Javier por las facilidades prestadas, a la Delegación de Turismo del Excmo. Ayuntamiento y a todas aquellas personas que pusieron su granito de arena para que de nuevo año tras año, este encuentro sea una realidad. Volveremos, el próximo año cuando se cumplirá la vigésima edición de nuestra Convivencia de Santiago para la que como siempre, cuidaremos cada detalle intentando mejorar todo aquello que esté en nuestra mano.
